La noche en que descubrí
que ya no me querías
me cayó un árbol encima.
Me dejaste en aquella esquina
cual puta utilizada
y no me dí cuenta hasta más tarde
ya bien entrada
la luna de madrugada.
Lo descubrí aquella noche
y no quise creerlo.
Simpatizaba contigo al llamarte
llamándote aún cariño
pero tú no me escuchabas,
de hecho, ni contestabas
la noche en que lo descubrí.
Y se hizo tarde y salió el sol
para todos menos para mi.
Aquella noche aún la recuerdo,
la llevo escrita en mi pecho,
como un marinero lleva su tatuaje,
o más bien en mi caso,
un andrajoso vagabundo,
un perro callejero
que noche tras noche
descubre que ha perdido
para siempre su hueso.
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4 comentaris:
No se con cual de las 2 me siento mas identificada, pero lo mas que declaran es que se abandona lo conocido y se pierde lo deseado y hay que vivir ignorando aquellos que dicen que lo saben.
No se con cual de ellas me siento identificada, pero lo mas que declaran es que se abandona lo conocido, se pierde lo deseado, y hay que vivir ignorando los que dicen que lo saben ...
Poco más pretendo declarar. Ni quizás eso.
Uff! Pues ke emozionante , no?
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