29 de gener, 2011

Cubalibre

Borracho como una cuba
y eso que nunca ha ido a Cuba.

25 de gener, 2011

Puto reloj

Grave error el del reloj
marcando las diez
mientras penetra el acero
en tu cuerpo esbelto.

El dinero pedía las doce.

Grave error el del reloj
cuando mis labios
apretujaban los tuyos
y aun el sol nos jodía
y nosotros nada.

El sexo clamaba las doce.

Grave error el del reloj
con el estómago vacío
resuena el eco en la cueva,
ni pan, ni tomate, ni vino.

La hambruna exige las doce.

Y las doce nunca llega,
y hay docenas de aprensivos.

Grave error el del reloj
y aún más grave adquirirlo.

El tiempo no tiene dueño.

24 de gener, 2011

Precaución

Hoy no estoy de buen humor.
Llevo toda la mala leche encima.
Mejor no escribo nada
para no ofender
a los más aprensivos.

19 de gener, 2011

Ah no

la olla se refleja a lo lejos
y un hola resuena a lo lejos
y la ola se estampa a lo lejos

ah no

era tu polla
que se acerca
a su ano

14 de gener, 2011

Carne fresca

Crecí lejos del mar,
a orillas de un río
que choca contra la montaña,
lejos de toda sociedad.

Huraño aprendí a menospreciar
al ser humano y a sus despojos.

Descubrí que utilizar un cuerpo ajeno
es como ponerse una chaqueta ya usada,
llena de rasguños y suciedad,
que solo sirve cuando con maltrato
la tiras con dureza contra el suelo.

Así viví durante muchos años,
solo, esperando la llegada de una víctima,
como el lagarto que espera a un mosquito.

A veces la utilizaba como cena,
la descuartizaba y la colgaba en la despensa,
si mi hambre andaba saciada,
la utilizaba cual muñeca hinchable
y la penetraba de arriba abajo
y nunca se quejaba,
los muertos no hablan.

¡Qué grandes años viví antaño
lejos de todo, del mundo!

Pero uno envejece y se vuelve débil,
la caza de alta montaña es para jóvenes,
y necesita presas fáciles.

Por eso me mudé a la gran ciudad,
donde la locura emancipa la carne fresca
que ilusa sabe caer bien sobre mis garras ajenas.

09 de gener, 2011

Abrázame

sácame de aquí
si de verdad existes
hazme desaparecer
por unos momentos
o cúbreme como
si fuera una herida
oculta entre tus
brazos abrázame
dame una esperanza
que me haga desear
otra oportunidad
no permitas que
me pudra si hay algo
que valga la pena
y si no ni me menciones
haz como siempre
como si nunca
hubieras existido

05 de gener, 2011

Cerrojo

Llevaba rato esperando delante la fábrica.
La puta puerta estaba inútil.
El cerrojo ya no servía.
Estaba esperando el cerrajero sentado en el bordillo y era domingo.
Era mediodía y el sol jodía.
Pensaba en que debía sonar ahora mismo en la radio 90 cuando llego el coche del cerrajero.
¿No se cierra?
No, la llave está encallada.
Tendremos que quitar el paño y hacer un apaño.
De momento te la cerraré por dentro y el lunes te traigo una cerradura nueva.
Empezó a abrir maletas.
Sacó una bombona de gas, unas alicates, un destornillador, una máscara, etc.
Tardo más en montarlo todo que en arreglarlo, gajes del oficio.
Ya veo, ya.
Y empezó a soldar el pestillo.
Una llamada.
Hola, estic soldant el pany, no, al final la Laura m’ha deixat tirat, d’aquí una estona, sí, d’acord, fins ara.
Soldó un rato más.
Esto ya está.
Perfecto.
Pues ala, a comer que ya hay hambre.
Ya ves.
Recogió sus trastos y se fue.
Cerró por dentro, subió las escaleras y salió por la otra puerta.
Hizo una llamada.
Ya está todo arreglado.
Colgó.
Salió a la calle.
El sol fundía el asfalto.
Entro en el coche y giró la llave.