29 d’abril, 2007

Bourrez-moi

T’ompliré tota.
Començaré per l’armari de l’habitació;
mitjons, calçotets, camises,
pantalons, jerseis, tovalloles
i acabaré pels calaixos de la cuina.

T’embotiré tota amb el que trobi
i quan estiguis apunt de rebentar
t’introduiré el meu membre
amb forma de tap.

Espero així,
a la fi,
deixar-te satisfeta.

28 d’abril, 2007

Alquiler y alquitrán


La ciudad se alzará majestuosa,
impertérrita con sus rascacielos de granito
llenos de huérfanos de guerra.

Construida con lágrimas ajenas
ante la atenta mirada de un cielo oscuro
se llenará de mugre.

El alquitrán cubrirá millares de calles
que el andante solitario,
asustado, escondido entre la multitud,
desgastará con sus zapatos.

Los árboles serán de arena
y no merecerá la pena
buscar vida entre la naturaleza.

Los pocos parques que queden
se llenarán de lodo.

Los peces que antes
nadaban en el estanque
flotarán en su superficie.

Dejando así,
para los que vengan,
un paisaje desolado
que solo inspirará tristeza.

La vivienda subirá
al máximo precio.

Pagaremos barbaridades
por cuatro paredes,
por vivir entre rejas
con barrotes de acero
en las ventanas del cielo.

El alquiler y el alquitrán
nos quitarán las ganas
de gritar exigiendo
vivir en un nuevo mundo.

Cualquier impedimento
que pongamos
será en vano.

El alquiler y el alquitrán
darán muerte, al fin,
a nuestra existencia.

Este es el prometedor futuro
que nos espera.

27 d’abril, 2007

Días que quiero olvidar de mi memoria

El día en que mi perro fue atropellado
es quizás el primer día de mi vida
que desearía borrar de mi memoria.

La vez que sin querer rompí
todos aquellos platos,
todavía siento el dolor del castigo
pensando en ello.

La primera vez que mentí,
no sabía que así
se pudiera dañar tanto
a un ser querido.

Por ser malo,
como lo son los demás niños
de la misma edad,
me encerraron en clase
con los libros de la escuela
mientras oía a mis compañeros
jugando, sonriendo,
comiendo castañas en el patio.

Cuando robé cien duros
del bolso de mi madre
para comprar chucherías
en la tienda de delante del parque.
Nunca se enteraron
pero las caries me machacaron.

Cuando trepé por el tejado de la escuela,
podría haberme matado.
Tuve que escribir no sé cuantas veces
una frase, como escarmiento,
perdí mi clase de educación vial
y lo pagué sin ir de excursión.
Demasiada condena para un niño.

Cuando entré en la iglesia
y confesé todos mis pecados
de escolapio arrepentido.
Vaya pérdida de tiempo.

Cuando tomaron prestada
mi bicicleta sin pedir permiso.
Aún la espero.

El día de mi cumpleaños,
pensar que si este día nunca hubiera existido
yo no estaría ahora sentado
escribiendo estas líneas.
Quizás hubiera sido lo mejor para todos.

Cada uno de los días
que han dado muerte
a un gran amigo.
Aún os recuerdo,
estáis atados en mi mente,
creedme.

Las mil veces
que has intentado dejarme.
Por suerte hablando
las cosas se arreglan.

La muerte de mi abuela
y más tarde la de mi abuelo
sin apenas haberlos conocido.
Preferiría que siguierais viviendo
e ignorase vuestros nombres.

Ese 20 de abril,
tú ya sabes por qué.

Los terribles días del pasado
en que yo aún no existía.
¡Maldita y zorra toda la historia!

Y muchas otras fechas.
Unas están por venir,
otras ahora se me olvidan,
quizás no han madurado,
quizás no las recuerdo
porque no quiero,
porque no debo.


26 d’abril, 2007

El otoño otorga

El otoño parece oscuro, triste.
Las hojas caen una a una dando fin
a un millar de ilusiones.
Pero estas no se van,
se amontonan en el suelo
a la espera de que algún barrendero
las guarde en su cesta.
Si alguna vez un afortunado las pisa,
ellas con un crujido se expresan.
Es la estación del pulso sin descanso
entre el frío y el calor.
Nadie gana, quedan empatados.
Por pocas semanas hacen las paces.
Su riña es una sonrisa de niña.
El otoño da frutos,
que aunque no sean los más preciados
son cálidos, tienen buen corazón,
te llegan al estómago
en el momento oportuno.
La gente se encierra en casa
preparándose para el invierno,
duro, agresivo e inflexible.
Tumbada en la cama
la chica más bella
se cubre su rostro con una sábana.
El otoño no quiere lastimarla,
le permite un sueño profundo.
Siempre quedará aquel banco vacío
donde hace ya años
besaste por primera vez a tu chica.
Quizás ya la hayas perdido,
pero su recuerdo sigue vivo
en aquel parque.
Una imagen yace en tu mente,
la otra en el árbol pelado.







25 d’abril, 2007

El verano se va

El sudor de los cuerpos deshidratados
se percibe fácilmente en las axilas de los demás.
El verano apesta.
Una ola de calor inunda la ciudad,
deshace el asfalto, funde y atonta a todo ser vivo.
El cloro de las piscinas es absorbido y bebido
como el pan o como el vino.
Los helados se funden entre gargantas sedientas.
Sólo unos pocos, los más atrevidos,
andan desnudos evitando el ataque
del sol alienígena.
Lo que queda es insomnio por las noches de julio.
Ventanas abiertas hacen de señuelo
y por la noche, de debajo las piedras,
salen los molestos insectos
que te chupan la sangre y te dejan tieso.
Luego el verano se va.
Ha tenido bastante éxito
maltratando a unos cuerpos
que se presumen bellos
por estar más negros
y que estúpidamente reposan en la playa
tendidos como carne a la parrilla.
Pronto volverá el verano
para practicar nuevas torturas ,
más ingeniosas y atrevidas,
el verdugo tan dispuesto
como sus víctimas de cada año.

24 d’abril, 2007

Lo que la primavera nos da

La primavera nos da de todo.
Nos da canciones tristes, malas noticias.
Nos da neblina al amanecer.
Problemas y guerras.
Primero nos trae mentiras, luego llegan las lágrimas.
Nos brinda algunas nubes cargadas de lluvia violenta
que debilitan nuestros cuerpos y desdibujan nuestras caras.
Nos trae delincuencia.
Si eres afortunado te puede traer un helado
pero el hielo siempre se deshace pronto.
La primavera trastorna las mentes,
las empequeñece y las debilita
para hacer frente
a los ingenuos juegos del amor.
Trae hemorragias cerebrales.
Hasta nos ofrece el pan tan seco
que ni los pájaros se lo pueden tragar.
Una figura de cerámica rota en mil pedazos.
Con la primavera llegan las alergias de cualquier clase.
De piel, de ojos, de dientes o de cerebro.
Esta última es la más peligrosa.

23 d’abril, 2007

El viento de invierno vence

El viento impone su dificultad
e imposibilita los quehaceres cotidianos.
Corta la piel y muestra los huesos
de los pocos que se atreven a desafiarlo.
La nieve le ayuda en su afán
destruyendo flores, jardines y cosechas.
La gente se muere de hambre.
El viento borra las cosas que uno escribe.
Se lleva volando los papeles
mientras los cabellos intentan
alcanzarlos inútilmente.
Prohíbe al hombre besar a su novia.
Rompe toda aura de amor existente.
Año tras año se empeña en hundir al perdedor,
al que ya no siente nada,
y da falsas esperanzas a los optimistas
que pierden su tiempo
ultimando grandes hazañas
que luego ven del todo inalcanzables
y se sientan y se sienten derrotados.
El viento de invierno siempre vence.

Foto cedida, suposo, per Guillem i Marta.

20 d’abril, 2007

India 2


La gente de la India
no es muy agradable que digamos.

Su insistencia es ofensiva.
Si uno rechaza una oferta,
ellos, malhumorados, protestan.
No les entra en la cabeza
que no se quiera echar un vistazo
a una de sus tiendas.

Tampoco creen que el turista
sepa lo que quiere.
No entienden que tiene una boca
para pedir cuando algo le place.
Suponen, supongo,
que no tenemos cerebro.

Son amigos íntimos de la estafa.
Y juegan a menudo a confundirnos
pensando que el hombre occidental
es tonto.

La gente de la India
no es, para nada,bonita.

19 d’abril, 2007

09/08/45


D’avui per demà
tot haurà canviat.

Decideixi quedar-me amb tu
o deixar-ho estar.

Tant si vaig aviat a mercat
com si faig tard.

Si estudio aquesta nit
o dormo amb delit
l’examen del matí
es quedarà en blanc.

La carta que et volia enviar
mai no t’arribarà.

Em llevi ara
o no vagi a treballar.

Si t’insulto
res recordaràs.

La bomba que vindrà
ho donarà tot
per acabat.

18 d’abril, 2007

Síndrome del viajero solitario

Hay gente que se siente orgullosa
de su enorme capacidad
de estar largo tiempo
viajando sin nadie a su lado.

Gente que por viajar sola
se cree capaz de muchas cosas.

Gente que se siente inferior
y necesita demostrar algo.

Cuando les encuentras,
perdidos por el mundo,
siempre te cuentan sus proezas,
sus aventuras,
las dificultades que encontraron
andando por el camino,
cosas que el interlocutor
es incapaz de realizar
e imaginar.

Relatan como hicieron aquello
recreándolo como en una película de ciencia ficción
cuando en realidad es un simple drama.
Como vivieron lo otro,
sus desdichas y su suerte,
que no es lo mismo que el azar,
puesto que su suerte es buscada
y merecida, como un premio.

Sacan todo lo que llevan guardado
en su cabeza durante tanto tiempo.

Es el síndrome del viajero solitario.

Todo lo que cuentan
no son más que mentiras
de unas mentes enfermas y ermitañas
que se pretenden sanas.

En realidad lo único que desean
es charlar con alguien,
aunque sean trivialidades,
un poco de compañía,
alguien que aparente escucharlos
para poder soportar
su soledad callada.

17 d’abril, 2007

Somnis ben estranys

Tens somnis ben estranys
entre les entranyes
de les perles dels teus ulls,
les pestanyes i les lleganyes.

16 d’abril, 2007

Today is a good day to die

To lie
To lay
To buy
A gun
To write
A suicide lines
To swallow pills
To say bye- bye
And die

15 d’abril, 2007

Agujeros


Tengo la necesidad imperiosa
de llenar agujeros continuamente.

Cuando voy andando por la calle
procuro siempre cubrir
los agujeros de las cloacas
con lo que sea.

Si en una pared hay una fisura
la lleno de yeso
y si no la hay, mejor,
la fabrico clavando un clavo.

Introduzco monedas
en las máquinas tragaperras,
en las máquinas expendedoras
o en las cabinas telefónicas.

Disgustado, a veces,
alimento alguna rejilla afortunada
que bajo mis pies descansa.
Es una buena putada.

Las botellas vacías
las relleno con agua del grifo.
Bueno es el reciclaje.

Llevo los bolsillos llenos,
grave error sería llevarlos vacíos.
Uno nunca sabe con qué imprevisto
tendrá que enfrentarse.

A menudo, los pájaros hacen agujeros
en los árboles más gruesos
para dar cobijo a sus polluelos.
Es útil y eficaz taponarlos
para que no les entre el frío.

Los cubos de la basura
son mi especialidad.
Los suelo llenar de infinidad
de cosas inimaginables:
papeles y bolsas de plástico.

Es de agradecer
que las clavijas ocupen el espacio
que les ceden las hembrillas.
Es muy tonificante.
Pero cuidado con electrificarse.

Un palillo entre la ranura del interruptor
de encendido y apagado del televisor,
cuando este falla o hace el tonto,
es más útil de lo que imaginan,
pueden probarlo.

Un VHS bien elegido
hace maravillas
dentro del video.
Recen para que no llegue
la fastidiosa censura.

Y un CD o DVD
aún son más gratificantes
si a él que escoge
le ampara el buen gusto.

Rellenar un vaso,
me contengo de contar su contenido,
para llevarlo a la boca,
atiborrada de garbanzos
y empezar a conversar
con los amigos presentes.
Mi cuerpo siempre pide
hablar con la boca llena.

Meter todo mi ser en aguas termales.

Acoplar las baterías y las tarjetas de memoria
en cualquier producto electrónico.
Si se trata de una cámara
sacar luego buenas fotos.

Acercar el ojo a la mirilla de la puerta,
sobre todo cuando algo sucede detrás de esta.

Sacar punta a un lápiz
para ver con qué gracia
se desprende
la parte sobrante.
¡Ay pensamientos impuros!
¡Salid de mi cabeza!

Mis pies en mis pantuflas.
Mi anillo en el dedo.

Hay tantos agujeros que piden ser llenados
que a menudo los más importantes
son inexplicablemente olvidados.

14 d’abril, 2007

Duele


Duele saber que estás con otro
que todo os va bien,
que nunca discutís,
que hacéis el amor cada noche,
que pensáis casaros y tener hijos,
que los llevaréis al parque los domingos,
que cada año celebraréis sus cumpleaños,
que compraréis muchos regalos.

Yo os deseo lo mejor,
aunque me duele.

Espero que cuando vayáis al parque
no os llueva y os traten bien las nubes
y deseo que cuando crucéis la calle,
al volver a casa,
os atropelle un camión.

Y sólo tu sobrevivas,
y al fin, desgraciada,
descubras en tus carnes
lo que yo siento ahora.

13 d’abril, 2007

El ser humano

El ser humano es tan estúpido
que siempre va cometiendo
el mismo error,
una vez detrás de otra.

Eso ya se ha dicho muchas veces,
lo sé.

Demuestro repitiéndolo
que soy un digno ser humano.

También lo dejé claro ayer
cuando por enésima vez
mi ordenador borró hora y media
de mi vida.

Y volveré a manifestarlo mañana
con cualquier otra chorrada.

12 d’abril, 2007

Confusión bajo la lluvia

La lluvia llena las calles de la ciudad.

Los pocos que andan en ella
corren como asustados
o se esconden bajo un paraguas
creyéndose dueños
de las arterias de aquella localidad,
exhibiendo con orgullo
su falso escudo protector.

Se ve bello desde la ventana
de un sexto piso.

Los transeúntes, a lo lejos,
son como hormigas
que avanzan a pequeños pasos
camino de sus casas,
oficinas u otros lugares peores.

Parecen manchas negras
que en la infinidad desaparecen.

O no,
mejor que empiece a limpiar el vidrio de mi ventana.

11 d’abril, 2007

Ou ferrat

Caminant per aquí de dia
em sento com un ou ferrat
en una paella.

El cap se’m desfà
i segrega una suor taronja.

Només em falta un bon tros de pa,
de la fleca de St. Privat,
entre les mans d’un gegant
i de dret cap a la seva boca.

09 d’abril, 2007

Fue culpa de mi pluma

Empiezo esta carta buscando una reconciliación
y confesando mi grave error al acostarme con Juan.

Yo sé que eres tan bella como buena, lo sé,
y por ello podrás perdonar este desliz circunstancial.

Pero parece que la tinta de mi pluma
se niega a seguir
y está decidiendo
dejar de escribir
intentando evitar
que pueda terminar
el mensaje
que quise
empezar.

Dando así,
punto final
a nuestra
relación.

Aunque
yo
quiero
añadir…

08 d’abril, 2007

La tierra es de quien la trabaja

Los olivos nacen, crecen, se multiplican y mueren,
como las cucarachas.
La diferencia está en que los olivos dan frutos
porque alguien los ha plantado, regado y cuidado.

Es justo pues que sean los mismos quienes
los cojan, los limpien, los coman y disfruten de su sabor.
Y si quieren cortar su tronco, allá ellos,
es su opción.

Y así con todo lo demás.

07 d’abril, 2007

Amaga-la

Tens alguna cosa sota l’ull
que no vol ser una llàgrima.

Tens alguna cosa sota l’ull,
ara ho veig clar,
és una llàgrima.

06 d’abril, 2007

Bien

Estas cosas me hacen sentir bien,
con ellas estoy a gusto.

Latas vacías en el suelo de un garaje.
Flores ya marchitas en el tiesto.
Lágrimas en tus ojos.
Zapatos viejos sonriendo por su jubilación.
Las hojas cayendo en otoño, desnudando los árboles.
Silencio en el cine y en la vida misma, las palabras sobran o estorban.
La belleza de un barco hundiéndose y el rescate posterior con éxito.
Un volcán en erupción y su lava derramándose llanura abajo
como el jugo del tomate en conserva, con pepitas en lugar de piedras.
La luna llena, es un tópico, pero es la luna.
Espacios abiertos y desiertos.
Alguien leyendo un libro en un parque.
Niños jugando al fútbol, lastimándose las rodillas y levantándose una y otra vez.
La estupidez es bella.
Encontrar asiento en el metro.
Ver a un ciego cruzar una avenida con la ayuda de su perro faldero.
La primera fase del sueño.
El vuelo libre de un ave fuera de temporada de caza.
Fuego ardiendo sin control.
Un ratón saboreando un queso ganado a pulso.
Recuerdos ya pasados, buenos momentos.
El mundo entero durmiendo, así debería de estar siempre.


05 d’abril, 2007

Curiositat

Els japonesos menjen tant de peix
que quan es fan grans
tots en tenen cara.


04 d’abril, 2007

Abandonado


Ahora que no estás
yo ya no siento nada,
nada merece importancia.

Y ahora que no estás,
que te has ido lejos,
sin avisar,
sin una nota,
ni un mensaje
o una triste llamada,
me dejaré caer,
como una hoja
al terminar el verano,
esperando y suplicando
que sea dura la caída.
No quiero volver
a levantarme.

De nada sirve,
otra vez,
intentarlo.

Vagaré como un borracho
que pierde su casa,
liquida su última botella
y, sin rumbo,
dando tumbos
a la deriva,
se estampa
contra el suelo frío
de una noche eterna.

03 d’abril, 2007

Mal tiempo

Los relámpagos nos advierten.
No os mováis de casa.
Las gotas lo reafirman.
Quedaos dónde estáis
si no queréis mojaros.
El viento golpea la ventana.
Ay, de quién ose salir.

Lo han dejado muy claro.
Hoy nos quedamos.

02 d’abril, 2007

Derrota

Crees en la derrota
sólo cuando te deja tu esposa.

Cuando te echan del trabajo
después de años aguantando.

Cuando el frío hiela tus pies.

Cuando nadie nunca te halaga
con buenas palabras.

Cuando tu, payaso de oficio,
fracasas intentando obtener
una sonrisa de un niño apenado.

Cuando ves, día tras día,
que todos los demás
están por encima de ti.

Cuando notas que la muerte
te toca la espalda.

Y es únicamente luego
cuando crees en la derrota.

Cuando te das cuenta de que ésta existe,
que está en todas partes,
que llena tu vida
y que sobrevive gracias a ella.

La derrota forma parte de ti.

01 d’abril, 2007

Día de perros

Los gritos de los vecinos me despiertan,
otra vez se están peleando
y él le está dando una paliza de muerte,
cualquier día uno matará al otro.

Me he vuelto a quedar dormido en la mesa.
Me levanto y pongo a calentar café.

Oigo un ruido seco
miro por la ventana
alguien ha pegado un tiro a un pájaro
que está tendido en la calle agonizando
hasta que las ruedas de un camión
lo aplastan y dan fin a su sufrimiento.

La última hoja del árbol de enfrente
cae al suelo en silencio.

Las nubes cubren el sol
ya agotado y sin fuerzas
y se preparan para una posible descarga.

El cartero se acerca a un buzón,
entrega la carta repleta de malas noticias
y, al darse la vuelta,
tropieza cayendo de narices,
y eso que esta vez,
no se ha cruzado con ningún gato negro.

El vecino sale corriendo a recoger su carta,
se ve que lleva días esperándola,
la abre y la empieza a leer,
antes de terminar empieza a llorar,
tanta angustia para nada,
parece que un familiar suyo ha muerto.

Me acerco a la mesa atiborrada de notas,
tomo la taza de café,
doy un sorbo y al quemarme la lengua
suelto la taza que se derrama
por toda la mesa,
el trabajo de toda una noche perdido.

Me tomo una ducha
y el agua sale fría, ¡mierda,
el calentador con la misma historia de siempre!

Salgo tiritando de la ducha,
abro el armario y está vacío,
tengo todos mis atuendos sucios.

Rebusco en el cubo de la ropa
y escojo lo más decente.

Me visto despacio,
pues no tengo prisa alguna.

Enciendo la tele, pongo las noticias
y la vuelvo a apagar.
No hace falta ni contarlo,
siempre es lo mismo.

Abro la nevera y no hay nada,
solo leche agria,
ayer olvidé hacer la compra.
Otro día sin almuerzo.

Salgo de casa y una gota me da en la cara.
Entro a por el paraguas y vuelvo a salir.

Hay un niño llorando,
parece que ha caído de su bicicleta,
tiene las rodillas peladas y sangrando.

A lo lejos oigo a dos perros peleándose a muerte,
me pregunto si acabaran antes que los vecinos.

Me detengo un momento.
He olvidado a dónde me dirigía.
Doy media vuelta y vuelvo a entrar.

Será mejor que hoy me quede en casa.