21 de desembre, 2010

Arena y mierda

No hay agua,
no hay río,
no llevo un sombrero
que me cubra del sol
que me quema la espalda,
ni tampoco sumerjo mis manos,
ni arrodillo mis piernas
jodiéndome las lumbares.

Solo una terraza,
un cubo y
en su interior
arena y mierda
de gato.

Pero yo me siento
como en el viejo Oeste,
apestando, sudando y
buscando algo de oro.