15 de febrer, 2012

Después de lo que hizo se merecía un buen castigo

Así que lo ataron desnudo bajo las alcantarillas
y apuntaron su cara a la tubería central
de donde salían cada dos o tres minutos
todos los despojos fisiológicos de la ciudad.

Y comió durante seis días
de sus propios vómitos
y diarreas ajenas.