13 d’agost, 2007

Noches de espera

la oigo levantarse de mi lecho
entre los rumores de una noche
que nunca será callada

escucho sus manos deslizar su falda
entre sus muslos de acero y
luego el irse de los tacones
de sus zapatos de olvido
que sé que volverán sin haber vuelto
nunca en realidad

y
no me importa adónde irá
aunque sin dudarlo lo sé
de lecho en lecho
como mariposa de flor en flor o
espada de pecho en pecho

la oiré mas tarde llegar
cuando el sol gane el pulso a la luna y
veré como se desnuda y
como se despeina
apoyando su cabeza cansada en mi almohada

y
no diré nada y
simularé un suspiro