La observa de lejos,
su andar le desconcierta,
su pose le descentra.
Mueve su mano y se aparta
el pelo de la cara,
elegante, desorienta.
Gesticula y habla de algo trivial,
pero no importa, suena
a música celestial, desorbita.
Luego se va despacio,
como los ángeles saliendo
del infierno, desalienta.
Y él se queda solo,
se sienta en el banco
y suspira, descorazonado.
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2 comentaris:
.. breeng eet!!
.. breeng eet!!
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