04 de setembre, 2011

Rotos en dos pedazos

Un hilo tenue de voz aburrida sale de la tele.
La habitación oscura y solitaria está melancólica.
Para nada se queja el sofá soportando
un peso muerto entre lágrimas.
Andan heridas y separadas dos personas.
¡Quiera Dios que vuelvan a estar juntas!