01 de gener, 2012

Existencia

Se fue a una cena con toda su familia.
Padre, madre, hermana y marido.

Y puesto que el restaurante estaba muy lleno
les invitaron a sentarse en la sala de espera.

Ella cerró los ojos unos minutos,
estaba suficientemente cansada
como para echarse una siesta.

Y al abrir los ojos
no encontró a nadie a su lado.

Se habían sentado todos
y reían y charlaban
devorando ya el postre.

Como si ella nunca hubiese existido.

De hecho hacía ya tiempo
que ella se había extinguido.