11 de desembre, 2008

Tío

Y yo me sentaba en sus rodillas.

Y nadie hablaba cuando en las noticias

salía el hombre del tiempo.

Y en su casa siempre merendaba nocilla.

Y yo reía de sus bromas.

Y su carisma me llenó.

Y tuvo que ir demasiadas veces al hospital,

cosa que a nadie deseo.

Y solo tuvo una esposa y una hija,

pero qué gran esposa y qué gran hija.

Y su perro era un campeón.

Y construía cabañas cerca de su casa con mi hermano.

Y le retiraron un riñón.

Y siempre lo recordaré.

Y ayer murió.

Descansa en paz.