16 de novembre, 2009

La poesía es un engaño

La estética sirve para decorar la falta de contenido.
El ritmo mejor dejarlo para la música.
Las rimas fáciles solo ocultan la ausencia de sustancia.
Las hipérboles no son más que exageraciones.
Las metáforas son eufemismos.
La polisemia es un error genético, un aborto de la naturaleza,
igual que la sinonimia.
La aliteración es un falso invento de Góngora,
harto de leer su propio puto nombre.

Alejandrinos, sonetos, coplas, mariconadas.
Pentasílabos, heptasílabos, inventos de chinos.
El haiku y la tanka merecen que se les practique el hara-kiri.

Palabras como vanguardismo, metapoesía o poesía virtual
solo desacreditan el valor de lo antaño, de lo honesto,
de todo lo que nunca ha existido.

Y la poesía libre da fe de la pereza del que la escribe,
el poeta farsante.

La poesía está llena de engaños.
La poesía en sí es un engaño.