05 de novembre, 2009

Una cana, un escarmiento

Todos hablan, discuten
de libros, películas, tonterías,
pero nadie de ellos
se da cuenta del vaso
vacío y sin hielo.

Intentan educar, escuchar,
demostrar que son, quizás,
alguna cosa de provecho.

Uno es experto en amor,
otro en cine, otro solo bebe,
otro fuma, pero nadie sabe
en realidad de nada.

Luego se despiden y de camino
a casa, cada uno, cuenta sus canas.

Se supone que el cabello blanco
da sabiduría, cierta experiencia,
vaya chorrada.

Cada espejo muestra su pasado,
su presente y su futuro,
todos ellos, llenos
de mierda.