05 de maig, 2007

Fiesta

Una cola de gato se mueve y
tras de sí un cigarro va humeando.
Hay un sillón vacío y
yo me siento en el suelo
sin esperar la llegada de nadie.
Sé que mis amigos duermen y
los que no ya se han ido.
El gato se lame el cuello
mientras la nevera aúlla con orgullo
pues sabe que esta noche no
nos ha fallado.
Dicen que ya no llueve pero
yo me siento como si
la lluvia nunca hubiera dejado de caer.
Me iré a la cama contento y
aunque no sea así
eso es lo que voy
a contar.