18 de març, 2008

Lo merezco

Ya no puedo andar,
ni comer,
ni pensar,
ni lo que muchos consideran
lo más importante,
vivir.

Sólo escribo esto con la sana esperanza
de que me des lo que bien merezco.

He estado muchos años cuidando a los muertos,
permite ahora que sea otro
quién cuide de mí.