05 de febrer, 2007

El mago

El mago sacudió su barita de punta blanca,
esparció unos polvos mágicos
que sacó de su oscuro sombrero
y todo cambió al momento.

Ya no más niños por las calles.
Ya no más muertes prematuras.
Ya no más familias destrozadas.
Ya no más edificios derrumbados.
Ya no más catástrofes.
Ya no más codicia, ni avaricia, ni envidia.
Ya no más guerras.
Ya no más injusticias.

Sólo amor por todos lados.
Sólo personas bien avenidas.
Sólo paz y silencio.

Ocurrió que el mago era un farsante
y al siguiente día
todo seguía igual que antes
o peor, todavía.