31 de desembre, 2006

Amor


El amor es como lanzarse al vacío esperando caer de pie.
Es un preso entre rejas, sudando.
O como una hoja que cae de su árbol y
se enreda entre maleza.
Hay que vigilar su aspecto y
hacer uso de los cinco sentidos.
Puede oler como una flor;
pero esta claro que en la base de las rosas
se esconden las espinas.
Es como cuando se va la luz y
luego vuelve y parece no haber ocurrido nada.
Una vela a veces alumbra ya veces se apaga.
Amigo inmejorable o traidor inexcusable.
Puede también ser una mala canción.
Una mala apuesta. Cara o cruz en el aire.
Un caldo de abuela hirviendo en invierno.
Si uno lo toma sorbo a sorbo es delicioso;
pero si uno abusa sin freno se quema la lengua.
Mejor no probarlo demasiadas veces.
El amor puede ser un mueble viejo tirado en una esquina.
Un porche mojado por la lluvia de una nube rota.
O una rueda pinchada que intenta cruzar la línea de meta.
Un lápiz sin afilar que no puede hablar, pues no tiene punta.
Una bici sin frenos o
impedimento peor que el pegamento.
Un callejón sin salida.
Las agujas de un reloj ya viejo andando un poco lentas.
Es papel de aluminio dentro de un microondas.
Fuego ardiendo en la chimenea o
un coco ya seco y un peine sin púas.
Una uña mal cortada.
Una historia mal contada o
por lo general
una poesía inacabada.

2 comentaris:

Anònim ha dit...

El principio y el final muy bien, en medio...no tanto, son versos del maestro Fonollosa? o son de un erudito? (por ej: alguien q halla estudiado un par de filologias, catalana y gavacha si es el caso)

Grunx ha dit...

Mmmm... catalana, gavatxa...
Em coneixes. Qui ets, si es pot saber? Moha?