31 de desembre, 2006

Esa pose...

Esa pose de morena ofendida.
Esa pose de mirada llorosa,
de niño sucio muerto de hambre.
De hombre sudoroso cargado como mula.
Esa pose de no haber vendido nada a nadie en toda la mañana
en esa tienda parecida a una cama.
De estar tomando té. Esa pose de joven colgando con orgullo un cartel de coca-cola.
De hueso manchado de baba de perra andrajosa.
De árbol de grueso tronco.
De mono chistoso trepando y robando azúcar.
Esa pose de mendigo durmiendo en el suelo.
De altiva vaca sagrada comiendo basura.
Esa pose de velo que tapa y no muestra.
De piedra inamovible en la carretera.
De frenético conductor dando bocinazos entre semejantes locos temerarios.
De tabernero diciendo que no a una cerveza bien fría.
Esa pose y esa
y esa otra pose
posee poesía.