18 d’abril, 2008

¡Vaya un día de mierda!

Y se abalanzó sobre mí,
quería besarme, sobarme,
y me la eché de encima,
me levanté del sofá
y llamé a mi mujer
pidiendo auxilio
mientras ella
me perseguía
por toda la habitación,
la loca estaba
totalmente desquiciada
y empezó a tirar
todos mis CDS por el suelo,
los discos salían
de su caja protectora
y ella comenzó
a pisarlos con rabia
hasta que llegó mi mujer
y empezaron a tirarse de los pelos
y a gritarse
y a empujarse,
la loca sacaba fuerzas del infierno,
con esfuerzo,
pudimos sacarla
a patadas de la casa
y ella desde fuera
llamó al timbre
hasta que este
se estropeó
y cerró la boca
para siempre,
¡vaya un día
de mierda!