y además no se distinguen bien las señales,
cuando bajo los peldaños del parque
mis pies tropiezan, la escalera
está hecha de rocas rotas i descantadas,
el suelo es la basura que alberga
toda la gama del reciclaje,
los semáforos a menudo mienten
y se pelean con unos urbanos aficionados.
Llevo hace años
este traje anticuado, continua el abuelo,
y he ahorrado lo suficiente
como para comprarme uno nuevo,
pero no me decido, no hay manera,
mi alrededor es un desastre
y más que yo, es el mundo
quien necesita un sastre.
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