De papel higiénico

Me gusta leer algo
cuando estoy
sentado en el baño.

Utilizo un trozo
de papel higiénico
como punto
de libro.

Cuando acabo
el libro de poesía
tiro el punto
de papel higiénico
por el retrete.

Es como un acto
simbólico
que define
a la perfección
lo que siento
al finalizar
un buen libro.

Aunque a veces,
cuando me disgusta
lo que leo,
también tiro
de la cadena
y veo el punto
ahogarse
entre las aguas.

Algunos libros,
a menudo
más de los
necesarios,
parecen
que apenas
suman
tres páginas
y media.