04 d’octubre, 2007

Autovías

Las nuevas autovías son magníficas para quiénes las usan a diario.
Sirven de maravilla para ganar un tiempo preciado
que más tarde será vulgarmente malgastado.

Pero también tiene otras utilidades.

Los coches pueden circular a mayor velocidad,
así, cuando uno se estampa,
no hay ninguna duda, es su final,
se elimina toda probabilidad de supervivencia.

Eso mismo les pasa a los animales
que vivían tranquilos por el bosque
mucho antes que el cemento lo suplantara.

Si cogéis una autovía recién inaugurada
observaréis como los arcenes
se llenan de animales muertos
que en su momento intentaron cruzar la vía
para llegar a sus allegados
o quizás sólo buscando comida.

Ocurre sobretodo en las primeras semanas.

Luego la autovía pierde cierta gracia
y uno espera que pronto se haga vieja
para que de nuevo vuelvan a cambiarla.