27 d’octubre, 2007

El verano termina

Los niños corren dirección al bosque,
se dan prisa en recolectar
las ramas secas de los árboles muertos,
las unen luego con ímpetu y
construyen una cabaña de cuatro costados,
luego ya se las apañarán para cubrirla
debidamente evitando así que
la lluvia penetre en el interior y
cuando esté todo terminado
no entrarán a descansar en su chozuela,
saldrán como perdigones de escopeta
en busca de otro quehacer,
saben que las horas pasan y
no hay tiempo que perder.