15 d’octubre, 2007

Buen terrorismo

Sentado en este metro
destino a Bermondsey
después de un concierto
de Damien Rice
es curioso pensar
que a todos les gusta
la misma música.

Imagino lo que se podría hacer
después de un concierto de
Britney Spears
o la Oreja de Van Gogh,
por poner un par de ejemplos.

A veces una bomba bien puesta
arregla muchas cosas.