29 d’octubre, 2007

Justo debajo

Cerraron la puerta y anduvieron por el pasillo que daba al patio interior
para tomar el ascensor. Justo debajo unos cuantos obreros estaban
arreglando las tuberías del vecindario.
Él miró hacia abajo apoyándose en la barandilla y escupió.
Ella enfadada le reprochó que aquello no se hacía,
que era una guarrada.
No te preocupes, le espetó él. Ya he mirado antes de escupir
y me he asegurado de que alguien
estuviera justo debajo.