24 d’octubre, 2007

Fin

La luz pierde en intensidad.
Las líneas del libro se vuelven difusas.
Le cuesta más tiempo llegar a las siguientes páginas
y lo que cuentan es cada vez más aburrido,
monótono, repetitivo.
Le da por bostezar, le va entrando sueño.
Siente el cansancio en sus manos al pasar las hojas.
Por fin llega al final, la frase concluyente.
Y al leer la última palabra
cae tendido y duerme.