23 de desembre, 2007

Buena pesca

Izaron las velas, el viento apretó con fuerza
y la nave salió disparada dirección noroeste.
Era muy temprano y el sol aún no se había mostrado.
Los hombres se apretaban los abrigos y empezaban a trabajar.
El capitán delante del timón comprobaba la ruta trazando líneas
con un lápiz y un cartabón y media las distintas distancias con el compás.
Estaba convencido de que aquel día sería bueno para la pesca.
Dio una profunda calada a su pipa.
Llevaban unos días de mala racha, si aquel día les iba mal,
tendría que empezar a pensar en despedir alguno de sus marineros
y a él eso no le hacía demasiada gracia.
Les convenía una buena pesca.Cruzó los dedos,
se santiguó y salió de la cabina.