28 de desembre, 2007

Pelos de gato

El suelo del pasillo
parece una alfombra blanca.

El sillón, el sofá
son ya propiedad
del gato manso.

Las estanterías llenas de libros
ya no guardan sitio para el polvo.

Encima de la mesa
se posiciona altivo,
amo y señor
de todo el comedor.

Su territorio
ya está marcado.

Hasta en mi plato
degusto entre fideos
los putos pelos del gato.