18 d’abril, 2007

Síndrome del viajero solitario

Hay gente que se siente orgullosa
de su enorme capacidad
de estar largo tiempo
viajando sin nadie a su lado.

Gente que por viajar sola
se cree capaz de muchas cosas.

Gente que se siente inferior
y necesita demostrar algo.

Cuando les encuentras,
perdidos por el mundo,
siempre te cuentan sus proezas,
sus aventuras,
las dificultades que encontraron
andando por el camino,
cosas que el interlocutor
es incapaz de realizar
e imaginar.

Relatan como hicieron aquello
recreándolo como en una película de ciencia ficción
cuando en realidad es un simple drama.
Como vivieron lo otro,
sus desdichas y su suerte,
que no es lo mismo que el azar,
puesto que su suerte es buscada
y merecida, como un premio.

Sacan todo lo que llevan guardado
en su cabeza durante tanto tiempo.

Es el síndrome del viajero solitario.

Todo lo que cuentan
no son más que mentiras
de unas mentes enfermas y ermitañas
que se pretenden sanas.

En realidad lo único que desean
es charlar con alguien,
aunque sean trivialidades,
un poco de compañía,
alguien que aparente escucharlos
para poder soportar
su soledad callada.